
A principios del año 2000, Colombia no se parecía en nada a la actual. Crecer en un país que recientemente estaba haciendo la transición de su conflicto de 50 años a una sociedad más funcional, fue un desafío para los niños y las familias por igual. Ricardo Ballen y su familia no fueron la excepción. Nacido en Medellín, Ricardo se crió en su hogar familiar seguro en un lugar donde reside gran parte de la esencia subyacente de Colombia: el campo. Aquí, donde la mayoría de los colombianos encontramos nuestro amor por la naturaleza y nuestra pasión por la artesanía, Ricardo también montó a caballo y aprendió sobre carpintería, agricultura y tradición. Fueron estos intrincados valores los que más tarde lo acompañaron al obtener un título en Diseño de Producto en IED e Istituto Marangoni en Milán. Sin embargo, debido a que la mayor parte de esta experiencia académica se basó en un enfoque de diseño más industrial, más tarde regresó a Colombia para trabajar en una reconocida empresa textil que eventualmente le proporcionaría herramientas comerciales únicas para construir la suya.
Durante su tiempo de regreso en Colombia, también se volvió a conectar con un artesano con el que había trabajado mientras montaba a caballo. Este hombre experto, originalmente a cargo del desarrollo de accesorios ecuestres personalizados en cuero crudo y hardware audaz, ahora estaba trabajando con Ricardo en algunas bolsas de mano funcionales a pedido de su entonces novia, ahora esposa, Carina. La "Bolsa de Cari", todavía presente en el Ballen de hoy, pronto fue un éxito. Llegaban pedidos de amigos y familiares y esto, junto con su continua fascinación por los muebles de cuero, llevó a Ricardo de regreso a Italia para estudiar Artículos de cuero y Patronaje, convirtiéndose así en un "Pellettiere" de ArSutoria junto a los mejores de Italia. Fue después de esto que nació Ballen.


La marca ahora ha evolucionado a partir de sus formas originales y su sensación internacional, para centrarse más en sus antecedentes locales y su enfoque honesto del lujo. Con una afición constante por los materiales locales y un ojo entusiasta por el diseño general, Ballen ha dado forma a una nueva forma de pensar donde la artesanía consciente y la sostenibilidad general no son solo parte del núcleo de la marca, sino más bien su propósito real. También se enorgullece de presentar un enfoque pasado por alto al estilo colombiano, donde la magia proviene no solo de su reconocida actualidad, sino también de su atemporal herencia del campo y exuberancia natural.